LA ADOLESCENCIA
1.
RESUMEN:
En el desarrollo humano la adolescencia ha sido considerada una etapa
crítica, mucho mas agudizada en las sociedades modernas y desarrolladas... Este
final de la niñez y comienzo de la etapa adulta ha sido tema de muchas
apreciaciones en le campo científico y literario, donde los cambios hormonales,
físicos y biológicos hacen del la pubertad una etapa de conflicto sexual, y de
cambios corporales.
Muchos analistas han querido generar teorías, en su gran mayoría, validas
de la conducta de los jóvenes en sociedad llegando a concluir que en las
culturas tradicionales no se manifiestan tantos desacuerdos como en las
culturas y mundos del consumo e industrialización. Los elementos fundamentales para una vida
sana y un buen desarrollo han tenido que ver con las formas estructurales del
joven en su medio, especialmente en la familia.
2. FUNDAMENTACION
BIBLIOGRAFICA
Sinónimos: Mocedad: Época de la vida humana
que comprende desde pubertad hasta la edad adulta. Mancebez, zagalón:
Adolescente muy crecido. (Son términos no médicos). Joven, Chico, Adolescente,
Jovial, juvenil, muchacho, mozo, pollo, zagal, muchacho,
galán
Bisoño (Diccionario de sinónimos para América Latina).
Definición:
La adolescencia, es la etapa de crecimiento hacia
la adultez, es una etapa de confusión y de búsqueda de identidad frente a los
demás. Otros mencionan que es un elemento preponderante para reafirmar el
futuro. Las teorías que se han propuesto con respecto a esta etapa de la vida
han sido múltiples y de un valor incalculable, pero es difícil quedarse con una
sola ya que la observación ha generado otros parámetros en torno al tema. La definición psicológica de Evans menciona
dos apreciaciones: “a) el adolescente trata de conquistar el acabado de su
independencia y b) búsqueda de una identidad aceptable para sí mismo.”
Hollingshead, desde el punto de vista sociológico dice que la adolescencia es
“un periodo de la vida de una persona durante el cual, la sociedad deja de
considerarla como un niño, pero no le concede ni el status, ni los roles, ni
las funciones del adulto”.2 _________________________________________________________________
Fundamentos biológicos de la educación: (algunos
avances actuales) José Martínez Costa. - Valencia: Nau Libres, D.L.
1981
Educación de adolescentes y ciencia médica:
(fisiología de la conducta del niño y del adolescente sanos) José
Martínez-Costa, Jorge Comín Ferrer. - Valencia: 1996 (Valencia: Llorens)
2 J. Martínez-Costa, “Biología, Personalidad y
Conducta”, 2ª ed. Paraninfo, pg. 236 Se dice que es una etapa de transición ya que
es la línea divisoria entre la seguridad
de la niñez y el mundo desconocido del adulto, en cierto sentido, la
adolescencia ha venido a ser una etapa
Del desarrollo humano con naturaleza
propia, distinta de las demás, un periodo de transición entre la niñez y
adultez, sin embargo, si solo se define como la terminación de la niñez por un
lado y el principio de la edad adulta por otro, el concepto adolescencia
y para el adolescente mismo. Los adolescentes están en edades que oscilan entre
los 13 y 19 años empezando por los cambios fisiológicos propios de la pubertad
hasta llegar a la mayoría de edad social o status sociológico de adulto. La
fisiología de la pubertad no está totalmente definida ya que posee fenómenos
fisiológicos en relación con el crecimiento corporal, no todos estos elementos
se desarrollan en un tiempo estándar y mucho más cuando los aspectos
psicológicos difieren.
Esa búsqueda interna que se proyecta en lo
externo con respecto a la identidad, empieza desde temprana edad y culmina en
la adolescencia logrando establecer su propio ego. La búsqueda del yo es un
camino de arduas circunstancias influidas por el entorno social. El moldear a
un individuo para tal o cual sociedad se contrapone a muchas aspiraciones del
joven que busca su propia identidad. En
el texto de Eriksson se hace hincapié a la problemática del joven en la
búsqueda de su “propia carrera”, de su propio rol en la sociedad. También el
autor menciona la peligrosidad de la etapa en torno a los embarazos no deseados
que pueden alterar su proyecto de vida, o incurrir en tendencias de violencia
donde las llama “la confusión de la identidad que se manifiesta cuando un joven
requiere un tiempo
excesivamente largo para llegar para llegar a la edad adulta (después de los
treinta años)”. Las virtudes están presentes para mantener el equilibrio entre amigos, novio(a) o parientes para obtener la confianza en esos seres
queridos sin dejar de lado la confianza en si mismo. James Marcia menciona
cuatro niveles del desarrollo en el adolescente
para lograr la confianza en si mismo y conseguir el desarrollo de su
propio ego:
Exclusión: (compromiso sin ninguna
crisis) Un individuo que no ha tenido crisis, adopta el modelo de compromiso de
otra persona.
Moratoria: (crisis sin compromiso)
está en crisis, busca alternativas y va hacia un compromiso.
Logro de la identidad: (crisis que
lleva a compromiso) Compromiso con opciones y búsqueda de alternativas.
Confusión de la identidad: (sin
compromiso, crisis incierta) Hay ausencia de compromiso pero se consideran alternativas.
________________________________________________________________________
- Papalia, Diane. Psicología del desarrollo de la infancia a la
adolescencia. Editorial Mc Graw Hill 3ra. Edición.
Pág. 608-613
- Papalia, Diane. Psicología del desarrollo. Editorial Mc Graw Hill 7ma. Edición, Pág. 532-540; 601-608
La sociedad y el joven
Casi todos los jóvenes se abren puertas para
relacionarse con su grupo lejos de la familia estableciendo fuertes
interrelaciones y en ocasiones vínculos extensos, fuertes y duraderos.
La elaboración del pensamiento formal, el
escuchar opiniones y diálogos de todos los contextos lo llevan a tener una
posición frente a muchos aspectos y así empieza participación basada en ideas
sociales y pensamientos culturales de su
ambiente. La idoneidad relacionada con la madurez intelectual y emocional le
lleva a colaborar más en el campo de las ideas y en las transformaciones. La
emancipación de la familia está avanzada cada vez que defina y defienda sus
propias ideas.
La relación, especialmente en la escuela hace del
joven una persona mas apta para interrelacionarse y para definir su heterosexualidad
a pesar de que las mujeres tienen mayor desarrollo corporal y mental con
respecto a las interrelaciones de comunicación en esta etapa de la vida.
Los sentimientos, los valores, las virtudes, las
costumbres sanas y los hábitos solo se pueden desarrollar en medio de un
ambiente ético social efectivo como el hogar y la escuela para que sean
ciudadanos de bien.
La función específica de tales grupos es la de
favorecer el proceso de socialización mediante la comunicación entre los
hombres. Con participación activa de estos grupos, los adolescentes pueden
adquirir muchos de los conceptos fundamentales y de los procedimientos
que están en la base de una prospera vida social. Muchas actividades de los
adultos terminan siendo disociadoras y emanan de unos desacuerdos y
desadaptaciones que terminan por generar enfrentamientos antisociales que
terminan por involucionar al conglomerado.
Sexualidad del Adolescente
Las expresiones sexuales se dan cuando inician
los cambios físicos. Actualmente después de la década del 60 se han
incrementado las prácticas sexuales en adolescentes donde muchos que no tienen
la oportunidad de una instrucción adecuada incurren en embarazos no deseados y
enfermedades de transmisión sexual. Las prácticas se incrementan más que las tendencias, muchos
tienen influencias del entorno e inclusive de los adultos.
La pubertad:
La glándula pituitaria envía un mensaje a las
glándulas sexuales, las cuales empiezan a segregar hormonas. Este momento
preciso esta regulando aparentemente por la interacción de los genes, la salud
del individuo y el ambiente; también puede relacionarse con un nivel de peso
crítico. La pubertad entonces, se representa como respuesta a los cambios en el
sistema
hormonal del cuerpo, los cuales se activan ante una señal psicológica. Su
respuesta en una niña es que en los ovarios empiezan a producir una gran
cantidad de hormonas femeninas llamadas estrógenos, y en el muchacho los
testículos comienzan la producción llamada endróguenos. Hacia los 7 años de
edad los niveles de estas hormonas sexuales comienzan a aumentar, poniendo en movimiento
los eventos
que identifican la pubertad. El estrógeno estimula el crecimiento de los genitales
femeninos y el desarrollo de los senos, mientras que el endrógeno estimula el
crecimiento de los genitales masculinos y el vello corporal.
Las hormonas están estrechamente relacionadas con
las emociones,
en especial con la agresión en los muchachos y la agresión y depresión en
las niñas. Algunos investigadores atribuyen la creciente emocionalidad
y cambio en al estado de ánimo de la adolescencia temprana a las hormonas, pero
es necesario acordar que en los seres humanos la influencia social se combina
con las hormonas y puede predominar. Aunque existe una relación bien
establecida entre la producción de las hormonas testosterona y la sexualidad,
los adolescentes comienzan la actividad sexual más de acuerdo con lo que sus
amigos hacen que los que sus glándulas producen. A estos parámetros del
comienzo de la pubertad le podemos agregar la relación entre el estrés y
la pubertad; pues la forma como el desarrollo físico, cognoscitivo y de la
personalidad influyen entre sí.
Las niñas que discuten más con sus madres maduran
más rápido físicamente que tienen relación más tranquila; es posible que un
vínculo afectivo muy estrecho pueda ser estresante y que ese estrés pueda
afectar las secreciones hormonales que rigen la pubertad.
Cambios psicológicos en el adolescente
La adolescencia es quizás la época más complicada
en todo el ciclo de la vida humana. Los adolescentes son muy conscientes y
están seguros
de que todo el mundo los observa, entre tanto, su cuerpo continuamente los
traicionan; sin embargo la adolescencia también ofrece nuevas oportunidades que
los jóvenes abandonan de diferentes maneras. No sabemos porque la maduración
comienza cuando lo hace, ni podemos explicar tampoco cual es el mecanismo
exacto en la que la desencadena, solo sabemos que a cierta edad determinada por
factores biológicos esto ocurre. Todos estos factores ayudan de una manera u
otra a crear responsabilidad en cada joven, lo que hace temprana o tardíamente
que este obtenga una maduración intelectual que le hará abrir la memoria
y pensar mejor las cosas antes de actuar.
Maduración temprana o tardía en los
varones:
Una investigación ha encontrado que los varones
que maduran rápido son equilibrados, calmados, amables, populares entre sus
compañeros, presentan tendencias de liderazgo
y son menos impulsivos que quienes maduran tarde. Existen aspectos a favor y en
contra de ambas situaciones; a los muchachos les agrada madurar pronto y
quienes lo hacen parecen beneficiase en su autoestima, al ser más musculosos
que los chicos que maduran tarde, son más fuertes y tienen mejor desempeño
en los deportes y una imagen corporal
más favorable. Sin embargo la maduración temprana tiene complicaciones porque
elige que los muchachos actúen con la madurez que aparentan. Quienes maduran
más tarde pueden ser o actuar durante más tiempo como niños, pero también
pueden beneficiase de un tiempo de niñez más largo.3
3. Alice A. Bailey “El Alma y su mecanismo”. Pagina 9-12 Año
2002
Maduración temprana o tardía de las niñas:
A las niñas no les gusta madurar pronto; por lo
general son más felices sin no maduran rápido ni después que sus compañeras,
las niñas que maduran pronto tienden a ser menos sociables, expresivas y
equilibradas, son más extrovertidas, tímidas y tienen una expresión negativa
acerca de la menarquia. En general los efectos de la maduración temprana o
tardía tienen mejor probabilidad
de ser negativos cuando los adolescentes son muy diferentes de sus compañeros
bien sea porque están mucho o menos desarrollados que las otras. Estas niñas
pueden reaccionar ante el interés de las demás personas acerca de su
sexualidad, por consiguiente los adultos pueden tratar a una niña que madura
pronto con más rigidez y desaprobación.
Interés por la apariencia física:
La mayoría de los adolescentes se interesan más
en su aspecto que en cualquier otro asunto de sí mismos, y a muchos no les
agrada lo que ven cuando se ven en el espejo. Los varones quieren ser altos,
anchos de espalda y atlético; las niñas quieren ser lindas, delgadas, pero con
formas, y con una piel y un cabello hermoso, cualquier cosa que haga que los
muchachos atraigan al sexo opuesto. Los adolescentes de ambos sexos se
preocupan por su peso, su complexión y rasgos faciales, lo que trae como
consecuencia biológica y hasta trastornos psicológicos la aparición del
desorden en la salud como desnutrición,
descuido del peso (falta de autoestima) anorexia,
bulimia,
y hasta abuso de alcohol,
drogas
y otros vicios. Las chicas tienden en ser menos felices con su aspecto que los
varones de la misma edad, sin duda por el gran énfasis cultural sobre los
atributos físicos de las mujeres. Cuándo a los adolescentes se les pregunta
¿qué es lo que no te gusta de tu cuerpo? Generalmente los varones responden
nada, mientras que las niñas responden una serie de aspectos que en realidad
odian; cuestión que debe ser tratada como tema de autoestima para evitar
trastornos psicológicos futuros.4
La masturbación durante la adolescencia.
Las satisfacciones auto eróticas han sido,
durante siglos, condenada desde numerosas actitudes ideológicas que obviaron, o
mejor dicho, se cuidaron mucho de dejar claro lo más evidente: la masturbación
es una forma sencilla de satisfacción sexual y no produce absolutamente ningún prejuicio
al sujeto, hombre o mujer, que la practica.
En esta modalidad sexual, la satisfacción queda
limitada al orgasmo producido por la manipulación de los genitales, con la
decisiva participación de unas fantasías eróticas. Toda persona que se masturba
sabe que el placer que de ello obtiene es distinto al que produce la relación
con otra persona. Ni mejor ni peor, simplemente distinto. Y no es cierto que
ambas formas de satisfacción se excluyan mutuamente, sino que, al contrario,
los fantasmas
eróticos (que habitualmente tematizan las demás formas de satisfacción no
autoerótica) sirven de acicate para un deseo que, por definición, va mas allá
de uno mismo.
La masturbación es con frecuencia la única forma
de satisfacción sexual a la que puede recurrir el adolescente, que –no esta de
más recordarlo- es una persona particularmente afectada por la virulencia de
los deseos y las emociones. No debe ser alentada, pero tampoco prohibida, y
nunca los jóvenes deben ser atemorizados con el esperpéntico catálogo de
<efectos nocivos> que falsamente se le atribuyen.5
Las prácticas heterosexuales.
La evolución radical de las costumbres sociales
en los países desarrollados ha variado sustancialmente los detalles de lo que
hasta hace pocos años era un auténtico problema: la iniciación heterosexual.
Así, han quedado relegadas al recuerdo las iniciaciones que provenían del trato
con prostitutas o, en el caso de la mujer, las que se retrasaban hasta el matrimonio.
Si bien el nerviosismo y la ansiedad que
indefectiblemente acompañaban estas primeras experiencias de iniciación pueden
entorpecerlas o hacerlas fracasar en el plano del placer, nada habrá de
traumático en la decepción inicial. El adolescente podrá explicarse
racionalmente los motivos del eventual fracaso y de esta forma encauzar su
ansiedad.
El adolescente que haya recibido la necesaria
información sobre los aspectos teóricos, prácticos y <técnicos> de las
relaciones sexuales tiene bagaje de conocimientos y la madurez necesarias para
que sus primeras prácticas heterosexuales sean, para él y su pareja, algo
satisfactorio.
Los adolescentes deben ser capaces de confrontar
la presión
que reciben de su propio deseo con la realidad de la experiencia, sin la carga
de ansiedad suplementaria que reciben da la ignorancia, de los sentimientos de
culpa o del miedo al castigo. Y sin ser instigados por una conducta de despecho
hacia la prohibición misma.
Problemas de la adolescencia
El incremento de la tensión psíquica hasta cotas
insospechadas es el primer resultado de la reaparición de deseos inconscientes
reprimidos durante infancia. El preadolescente se halla mal preparado para
resistir esta tensión, que ocasionalmente se descarga a través de actitudes
antes desconocidas. Egoísmo, crueldad, suciedad, o dejadez.
Son comportamientos propios de una primera y más
conflictiva etapa de la adolescencia, en la que la tormenta pulsional que se
está desatado arrastra pulsiones parciales pre-genitales. (Orales y anales,
agresivas y sádicas) que el joven no consigue controlar con eficacia, y
para las que busca una satisfacción impostergable.6
Conclusión
Hemos aprendido muchos aspectos relacionados con
esta etapa del desarrollo del Adolescente donde somos invitados a una especie
de llamado para estar acompañándolos en medio de sus dificultades e inquietudes
logrando en ellos más autonomía, autodeterminación y responsabilidad frente a
la vida.
Desde nuestro contexto podemos aportar nuestro
granito de arena a esta ardua tarea de educadores; Los padres de familia han de
ser preponderantes en esta persistente lucha por lograr excelencia así nuestros
países estén sufriendo las desigualdades tan marcadas y la falta de educación
inclusive en los mismos padres.
Mediante
el esfuerzo mancomunado de educación para todos y de tratar de mejorar las
condiciones sociales basadas en la autogestión, podremos ser testigos del
desarrollo físico y mental sano de nuestros hijos hasta lograr un nivel
razonable de nivel de vida digna y mejores criterios de felicidad.
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS (APA)
·
José Martínez Costa. – (1981) Valencia: Nau Llibres,
D.L.
·
José Martínez-Costa, Jorge Comín Ferrer (1996)
- Valencia : (Valencia : Lloréns)
·
Fundamentos biológicos de la educación : (algunos
avances actuales) Educación de adolescentes y ciencia médica : (fisiología de
la conducta del niño y de adolescentes sanos)
·
2 J. Martínez-Costa, “Biología,
Personalidad y Conducta”, 2ª ed. Paraninfo, pg. 236
- Papalia, Diane. Psicología del desarrollo de la infancia a la
adolescencia. Editorial Mc Graw Hill 3ra. Edición.
Pág. 608-613
- Papalia, Diane. Psicología del desarrollo. Editorial Mc Graw Hill 7ma. Edición, Pág. 532-540; 601-608
·
3. Alice A. Bailey (2002) “El Alma y su mecanismo”. Pagina 9-12