Por
Marco Tulio Sánchez B.
Desde los aportes del
alemán Hermann Ebbinghaus a finales del siglo XIX se siguen explorando las
características relacionadas con la memoria, logrando reconocer aspectos de la
misma con el conocimiento de nuevos términos que a la vez se han relacionado con
las computadoras (Massaro y Cowan), para relacionar estos con el procesamiento
de la información, la codificación, el almacenamiento y la recuperación. En el
ámbito humano se extienden los términos a profundidad y se estudian además los
factores sociales, emocionales y biológicos haciendo más importante el proceso
memorístico.
Los registros sensoriales
con el tacto, el olfato y el oído permiten que la información se pueda retener
a partir de los mecanismos atencionales (información de entrada para el procesamiento
posterior) logrando reconocer que la información auditiva prevalece más que la
información visual. Las investigaciones han sugerido que la atención dirige la
extracción de información seleccionándola y dando mayor significado a ciertos
eventos para lograr la transferencia a la memoria de corto o largo plazo.
La memoria de corto plazo
es llamada también la memoria de trabajo, la cual conserva la información para
ser procesada posteriormente. La memoria de largo plazo se vuelve relativamente
permanente abarcando un conocimiento más prevalente.
LOS RECUERDOS
Los recuerdos finalmente
se registran en el encéfalo que encierra la conexión de neuronas permitiendo
fortalecer las antiguas conexiones químicas; el aprendizaje genera otro tipo de
influencias corporales que ayuda a activar el organismo con la ayuda de ciertas
hormonas como la epinefrina y el cortisol explicando la serenidad de la persona
para que se regule y mejore la concentración en la trasmisión nerviosa.
En los últimos avances
científicos y neurológicos se han comprobado nuevas zonas cerebrales de
almacenamiento de los recuerdos, entre ellas está la corteza prefrontal y el
lóbulo temporal (Fuster, 1997; Rainer y Miller 2002), especializados en los
recuerdos de corto plazo. Las memorias semánticas de largo plazo y la memoria
episódica se concentran especialmente en los lóbulos frontales y temporales de
la corteza cerebral. Wood et all (1980) lograron en sus investigaciones
incrementos del flujo sanguíneo en ciertas áreas de acuerdo a las tareas
asignadas a los sujetos experimentales con lo cual se encuentra más luz en este
campo de la ciencia. Las tareas asignadas se referían a ejercicios de memoria
episódica y memoria semántica.
La memoria procedimental
se localizó principalmente en el cerebelo (equilibrio y motricidad), las
estructuras subcorticales también participan en la memoria a largo plazo y el
hipocampo se desempeña en la memoria episódica. La amígdala es muy importante
cuando se refiere a los procesos emocionales y experiencias positivas,
negativas y neutrales.
Estos estudios que se
realizan con tomografías por emisión de positrones, encefalogramas y otros
exámenes especializados han permitido descifrar muchas de estas funciones; el
bulo temporal se relaciona con el procesamiento de recuerdos a largo plazo.
EL OLVIDO
El tema de la biología
del olvido se apoya principalmente en la teoría del decaimiento donde el
sentido de deterioro del recuerdo en la memoria a corto plazo, hace que se
cause el olvido. En otros estudios se ha comprobado que la disminución en el
hipocampo, o que se presenta más pequeño del tamaño normal hace que los
pacientes con Alzheimer agudicen su estado neurológico y la pérdida de memoria
sea más prevalente.
El alcoholismo y las lesiones en la cabeza son
otra razón de la perdida de la información y hacen que el proceso memorístico
sea más lento con el proceso celular del encéfalo y las dinámicas de los
neurotransmisores.
LA EXPERIENCIA Y EL
OLVIDO
La acetilcolina ha
contribuido a subir los niveles celulares y los procesos de los
neurotransmisores, pero es necesario conectar estos elementos farmacológicos
con la experiencia, la concentración y un aprendizaje adecuado. La información
debe ser clara para que no se permita ningún tipo de interferencia es decir el
recuerdo de otra información que puede llegar a generar algún tipo de amnesia.
La cotidianidad hace que constantemente entremos en confusiones porque la
información codificada no la tenemos sistematizada en la mente concluyendo que
la interferencia retroactiva invita a una interferencia proactiva (información
que ya se encuentra en la memoria e interfiere con la nueva información)
aprendiendo relaciones que ayuden a motivar el recuerdo.
REDUCIENDO EL OLVIDO
-
Motivación, para recordar algo estando
alerta.
-
Practicar habilidades de retención,
crucigramas, acrósticos, lenguaje, ajedrez, actualidad
-
Confianza en la capacidad para recordar.
-
Reducir las distracciones, la radio, el
televisor, el celular.
-
Mantener la concentración asociando
elementos para ayudarse a recordar con claridad.
-
Hacer conexiones con lo que ya está
codificado en la memoria de largo plazo, entre más vínculos hallan, más fácil
se puede recordar el material.
-
Usar imágenes mentales para recordar
información
-
Usar señales de recuperación, un mismo
lugar organizadamente.
-
Tome nota de las cosas que necesita
recordar pues no siempre nuestra memoria puede asimilar a largo plazo todos los
elementos. El repaso elaborativo vincula el aprendizaje que ya está y genera
múltiples claves para recuperar el material cuando lo necesite. El sistema
EPLRR (explorar, preguntar, leer, recitar y repasar) es un sistema de estudio
eficaz que obliga a relacionar conceptos y comprensión. www.prenhall.com/morris.
Se
refiere a eventos que han sucedido en nuestra vida como memoria episódica para
concentrar todos los atributos y acontecimientos de la vida, sabiendo que si se
hace un repaso de etapas anteriores se puede realizar un estudio del yo, la
identidad y la experiencia.
Los
recuerdos personales más tempranos se remontan después de los 3 años de vida,
hacia atrás al no recordarse es lo que se denomina amnesia infantil (Newcombe
et al., 2.000) pero es difícil encontrar personas que recuerden acontecimientos
cuando tenían uno o dos años de edad. Muchas explicaciones van a la
justificación de que el encéfalo a esa edad está empezando a desarrollarse y el
hipocampo que es tan importante en la memoria plena y episódica también está en
proceso de desarrollo.
DESTELLO
DE MEMORIA
Se
refieren al acontecimiento relevante que sucede externo a nosotros pero que se
relaciona con los acontecimientos que nos han sucedido ese mismo día en
nuestras vidas.
En
este ámbito se han atribuido condiciones milagrosas y de mentes brillantes a
aquellas personas que dominan el tema de la memoria a corto y largo plazo
generando una plasticidad cerebral sin precedentes, pero cien tíficamente se
han realizado investigaciones y contado con las herramientas tecnológicas
adecuadas para entender las capacidades en las que difieren unos seres humanos
de otros, y las hazañas memorísticas que pertenecen a un poco población son
aquellas que están enmarcadas en la utilización de los métodos adecuados para
sistematizar la información.
CULTURA
Y MEMORIA
El
ámbito cultural fue tocado por muchos autores, pero finalmente se concluye que
de acuerdo a cada contexto donde se desenvuelva el individuo, o su oficio, se
permiten ciertos tipos de codificaciones que van más allá de las explicaciones
biológicas, es decir, los hábitos mecanicistas mentales hacen que una persona
desarrolle cálculos matemáticos y, maneje recuerdos visuales en cuanto a sus
responsabilidades inmediatas.
CONCLUSION
Se
puede decir que mientras logremos un equilibrio emocional sin distractores
internos o externos y practiquemos adecuadamente los ejercicios para
desarrollar la memoria, se puede lograr un impacto y un mejoramiento en las
funciones cerebrales ya mencionadas, pues la mente humana contribuye desde la
fuerza de voluntad del individuo para continuar con esos desarrollos y
habilidades. Como dice el dicho: la practica hace al maestro y esa práctica
esta en las sugerencias para reducir el olvido de a poco.
BIBLIOGRAFIA
Morris, Ch. G. y Maisto, A. A. (2014). Psicología (10a. ed.). México: Pearson Educación. (Cap. 3, 5, 6, 7, 9 y 11)
Jensen, E. (2010). Cerebro y aprendizaje. Competencias e implicaciones educativas.
Madrid: Ed Narcea.
Martín-Lobo, P. (2012). La neurociencia en la formación inicial de educadores: una experiencia innovadora. Participación educativa. La investigación sobre el cerebro y la mejora de la educación, 1. 93-101.
Martín-Lobo, P. (2012). La neurociencia en la formación inicial de educadores: una experiencia innovadora. Participación educativa. La investigación sobre el cerebro y la mejora de la educación, 1. 93-101.